sábado, 6 de abril de 2013



 

Es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir las características en las cuales se desean

Los transgénicos, desde su nacimiento, han suscitado mucha polémica. Existen seguidores fanáticos, pero miramos que en este caso "la agricultura industrial, la que actualmente se nos vende como aquella que produce alimentos para toda la humanidad, desgraciadamente, está produciendo también muchísimos daños irreversibles". Para Carrasco "no es cierto que la ciencia esté a favor de los transgénicos", apuntando además que "los que estamos en contra de los transgénicos no estamos en contra de la ciencia del futuro, estamos en contra de la liberación de transgénicos en el medio ambiente".

La ingeniería genética es la ciencia que manipula secuencias de ADN de forma directa, en la actualidad tienen mayor presencia de alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz, la cebada o la soya.

Los caracteres introducidos mediante ingeniería genética en especies destinadas a la producción de alimentos comestibles buscan el incremento de la productividad, así como la introducción de características de calidad nuevas. Debido al mayor desarrollo de la manipulación genética en especies vegetales, todos los alimentos transgénicos corresponden a derivados de plantas.

 

No obstante en 1994 se aprueba la comercialización del primer alimento modificado genéticamente, “los tomates Flavr Savr” pero en 1996, este producto tuvo que ser retirado del mercado de productos frescos al presentar consecuencias imprevistas como una piel blanda, un sabor extraño y cambios en su composición. Aun así, estos tomates se usan para la producción de tomates elaborados.

 

En el año 2007, los cultivos de transgénicos se extienden en 114,3 millones de hectáreas de 23 países, de los cuales 12 son países en vías de desarrollo. En el año 2006 en Estados Unidos el 89% de plantaciones de soya (o soja) lo eran de variedades transgénicas, así como el 83% del algodón y el 61% del maíz.

 

Actualmente existen una gran variedad de procesos para cultivar todo tipo de vegetales, frutas y criar una gran variedad de animales. Muchos de estos procesos han recurrido a la ingenieria genética como es el caso de los cultivos transgenicos, para obtener productos que les supongan un ahorro en la utilización de recursos con lo qual han creado nuevas especies que no son bulnerables a las plagas, o que subsisten en las condiciones mas extremas. Estos precesos requieren una manipulación química y/o genética de los productos con lo qual no puede considerar-se que se trate de productos naturales.

 

Se calcula que en los próximos cinco años unos diez millones de agricultores de 25 países sembrarán 100 millones de hectáreas de cultivos transgénicos. China es uno de sus mayores aliados

Esta es la principal ventaja que exponen las empresas productoras de alimentos transgénicos. Es debido a que estos alimentos son más resistentes a plagas y parásitos, debido a que la mejora genética es mucho más eficaz que los insecticidas o desparasitadores por vía externa.

 

Y todo gracias a la manipulación de genes.

 

 


 

 

Un disruptor endocrino


Es una sustancia química que alterar el equilibrio hormonal, la cual es responsable  de muchas funciones importante como lo es el crecimiento y el desarrollo sexual de las personas y animales esta genera aspectos negativos en la salud como lo es  el enviar mensajes confusos a los organismos ocasionando diversas disfunciones.


El sistema endocrino regula muchas de las funciones del organismo. Por eso los disruptores endocrinos afectan al organismo a múltiples niveles. Cáncer (próstata, testículo, mama), trastornos del metabolismo (obesidades, diabetes), trastornos reproductivos (disminución de la fertilidad, pubertad precoz en niñas), problemas cardiovasculares y alteraciones mentales y de la conducta (memoria, motilidad, atención), son los posibles efectos. Algunos de estos efectos son todavía visibles en segundas y terceras generaciones, a pesar de que nunca han estado directamente expuestos

 

Algunos consejos para limitar la exposición a disruptores endocrinos

Evitar artículos hechos de policarbonato o cloruro de polivinilo, especialmente cuando están diseñados para almacenar alimentos o estén en contacto con niños pequeños.

También otros materiales plásticos pueden liberar BPA o ftalatos, así que la forma la más segura de evitar los disruptores endocrinos es utilizar botellas y envases de vidrio.

Reducir el consumo de alimentos enlatados. El interior de las latas se recubre con una delgada capa plástica, principalmente compuesta de resinas epoxi, que liberan bisfenol A en la comida.

Los recibos utilizados en muchos supermercados y cajeros automáticos contienen altas concentraciones de bisfenol A (el bisfenol A se absorbe por la piel).

Evitar alimentos envasados con film de PVC